Existen muchos factores a considerar cuando evaluamos hacer la consulta a un veterinario para atender las necesidades de salud de nuestras mascotas. Debajo te contamos las principales ventajas de recibir un veterinario en tu casa. ¿Conviene llamar un veterinario a domicilio? Seguro te vas a sorprender.
Tabla de contenidos
1. Un veterinario a domicilio puede resolver gran parte de las consultas
Quizá no lo sabías, pero alrededor de un 70% de las consultas veterinarias se pueden resolver a domicilio. Aproximadamente la mitad de los casos se asocian a controles rutinarios y aplicación de las vacunas o desparasitaciones necesarias, tanto para perros como para gatos. Para los demás casos, si el problema no reviste la gravedad o complejidad que requerirían traslado de la mascota a un centro especializado, podría también resolverse en casa.
De este modo, los implementos que un médico porta consigo como estetoscopios, guantes, antisépticos, medicinas, y por supuesto, la mano experta del veterinario, resultan suficientes para darle una grata solución a la mayor parte de las consultas habituales.
Por supuesto, en caso que el veterinario a domicilio no pueda resolver la situación, tu mascota siempre estará acompañada por este profesional para derivarlos a un centro de mayor complejidad.
2. La visita de un veterinario en casa puede disminuir el estrés y el miedo
Para muchos animales, la visita al consultorio veterinario puede conllevar situaciones de miedo y malestar. Cualquiera que haya intentado convencer a un gato de entrar a su caja transportadora, o subir a un perro en la fría camilla de un consultorio, sabe de qué hablamos. Muchas veces el animal se ve obligado a pasar un largo rato en la sala de espera con otros animales y esto también genera estrés: olores, ruidos, imágenes. Todos elementos ajenos a su ambiente.
En ciertos casos este hecho deriva en la imposibilidad de atención adecuada del paciente. Los gatos, al pertenecer a una especie con características más territoriales que los perros, corren riesgos de estresarse más en ambientes extraños. Si aparte nuestra mascota se encuentra enferma, vamos a estar sumando factores de estrés a nuestro compañero. Como dato extra, el estrés puede enmascarar signos clínicos y hacer aún más difícil el adecuado diagnóstico.
Un veterinario a domicilio puede ser la solución a estos problemas, al atenderlo en el ambiente que le resulta familiar y con la gente con la que se siente a gusto. De este modo, al estar más relajado, probablemente también sea más fácil para el veterinario revisarlo y aplicar el tratamiento necesario.
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3. Una consulta veterinaria en casa puede evitar la exposición innecesaria a infecciones
Hay determinados momentos en la vida de las mascotas en que el sistema inmune puede no protegerlos de algunas infecciones. Los cachorros en pleno periodo vacunal, los animales inmunodeprimidos (inmunodeficiencia felina, pacientes oncológicos) o estresados se encuentran particularmente expuestos a las enfermedades infecto-contagiosas. La visita a una clínica o consultorio veterinario implica muchas veces tener contacto con otros perros y gatos enfermos o portadores de enfermedades que podrían contagiar a nuestra mascota.
Realizando las consultas en nuestro hogar evitamos el contacto directo con otros animales, potenciales fuentes de contagio.
4. Un veterinario a domicilio optimiza nuestro tiempo
El ritmo de vida actual hace que a veces no dispongamos de tiempo para trasladar a nuestra mascota a una clínica veterinaria en el horario en que está abierta o cuando nos dieron el turno. Justo a esa hora tenemos una reunión de trabajo, o tenemos que llevar a nuestro hijo a un cumpleaños. Se complica la logística. Manejamos agendas con muchas ocupaciones: horarios laborales, llevar y traer los niños de la escuela, hacer las compras, participar de eventos sociales, etc.
Pero que no cunda el pánico… porque aquí está nuestro héroe: un veterinario a domicilio puede resolver nuestros problemas de agenda, ya que en general manejan horarios flexibles y hasta acomodan sus propias agendas para adaptarse mejor a las necesidades de una sociedad más complicada con los tiempos. Sin duda, puede ser nuestra mejor opción en estos casos.
Podrás pasar el tiempo que tardas en ir al veterinario, meemando a tu mascota en casa mientras esperas su llegada.
5. La comodidad del hogar no tiene comparación
Nuestras mascotas son seres que amamos y un integrante más de la familia. En sincronía con el manejo de una agenda más flexible, tampoco podemos dejar de mencionar la posibilidad de ser atendidos en nuestro propio hogar.
Hoy existe una variedad de servicios y opciones para hacer casi todo desde nuestras casas. Con un veterinario a domicilio ya no es necesario desplazarse en el tráfico caótico para llevar a tu mascota hasta el consultorio, ni esperar largo rato en una sala de espera llena. Sólo acordás un turno con el veterinario y acude a tu casa a la hora pactada, mientras vos aprovechas tu tiempo con otras tareas.
A esto podríamos sumar que usualmente la atención en casa suele ser más cálida y personalizada. El veterinario podrá realizar una observación del ambiente en el que vive su paciente, para así realizar diagnósticos más precisos e integrales. De este modo podríamos ver al veterinario que acude a casa como el médico de cabecera de nuestra mascota, alguien en quien confiar.
¡Tu mascota, por su lado, no podrá estar más agradecida!
6. Un veterinario a domicilio es más económico
No, no está mal el título. Es el resultado de una ecuación que tiene algunos factores a considerar… ¡y que casi nadie tiene en cuenta! Pero veamos de qué se trata este planteo.
En principio, una consulta a domicilio aparenta tener un costo mayor al de llevar nuestra mascota a un consultorio veterinario. Pero, en términos absolutos, si tenemos en cuenta el costo de traslado del animal, el tiempo de espera, sumado al estrés y la posibilidad de contagios de enfermedades por estar en un lugar lleno de personas y animales extraños…. ¿Cómo debemos ponderar estos factores a la hora de comparar?
Por el otro lado, podemos programar una visita a domicilio, ahorrándonos el traslado, decidir nuestros horarios, estar cómodos en casa – y sobre todo, que nuestra mascota esté contenida en su ambiente acompañada de sus seres queridos – ¿Pensamos qué valor tienen esas ventajas? No debe extrañarnos ver que esos diferenciales juegan mucho a nuestro favor en el resultado de la ecuación.
7. Veterinario a domicilio las 24 horas
Desde que existe Internet, el mundo ya no es el mismo. Poder contar con servicios online de búsqueda nos facilita mucho el trabajo de encontrar lo que antes era una misión imposible. Durante los últimos años, la tecnología móvil suple aquellas necesidades que tienen que ver con la inmediatez y la geo localización.
Hoy, un veterinario que pueda venir a casa tiene a la tecnología de su lado para poder administrar la disponibilidad de una manera eficiente y poder ofrecer servicios de mejor calidad.
Clave extra: la tecnología es nuestra aliada
En resumen, ya conoces todos los factores y beneficios que tiene la consulta de un veterinario en nuestro domicilio. Y hablando de tecnología, hoy podemos decir que casi todo lo que necesitemos para nuestras queridas mascotas puede estar disponible en la puerta de casa con sólo tocar una pantalla: veterinarios, paseadores, cuidadores, alimento, peluqueros, adiestradores y mucho más.
Por eso te contamos este gran secreto: en meemo te ayudamos a resolver todo para que estés cómodo y tranquilo 🙂 ¡Te invitamos a probarlo!
El equipo de meemo.
Tip Final – Aplicando las vacunas que corresponden según edad y especie de tu mascota, y realizando al menos un control anual con un veterinario de cabecera en tu casa, podés prevenir enfermedades, ahorrándote malos momentos, tiempo y dinero.
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